jueves, 10 de abril de 2014

Un proyecto memorable

Este es el mini-relato que he escrito para la actividad de #ABPmooc_intef (creo que me pasé de número de palabras...así que ya no es "micro"):

chica del futuro
Me despierto aturdido, lo que veo a mi alrededor me desconcierta aún más, una chica con un vestido blanco ajustado y que parece emitir un aura luminosa, me está hablando en un idioma que no entiendo por un instante, y tras ese medio segundo una especie de voz interior en mi cabeza reproduce lo que la chica me está diciendo: - Vamos, tenemos que reunirnos con el Grupo de Problemas de C7, nos están esperando, ¡deberías controlar más tus estados gamma!- La chica se muestra sorprendida, seguramente porque está observando mi cara de “no entiendo nada”, ¿Grupo de problemas de C7?, ¿estados gamma?, pero mientras me estaba preguntando esto a mí mismo , de nuevo esa voz interior me decía “Grupo de problemas de Complejidad 7, agrupación de alumnos para adquisición de competencias de resolución de problemas de grado 7 según la escala de Jing Wan”, “Estados gamma, estado de sueño humano en la que la persona asienta las competencias adquiridas durante la vigilia, practicando en situaciones virtuales creadas por su cerebro fisio-tecnológico”. Mi aturdimiento va desapareciendo e instintivamente comienzo a seguir a la chica. Caminamos por una sala enorme, bajo una bóveda acristalada siento el calor del sol, y llegamos a una especie de mesa en forma de círculo. Nos sentamos, al igual que otros tres chicos más. En ese momento, en el centro de este círculo surge un señor de pelo gris (un holograma, me informa mi voz interior), al que todos saludan: - Buenos días, señor profesor -

- Buenos días, queridos alumnos y alumnas - responde él, y comienza a explicar el reto de la semana que entre todos debemos resolver: ¿Es posible evitar la IV Guerra Mundial?.

Tras esto, los compañeros de equipo, nos repartimos los roles que vamos a desempeñar, el plan de ruta y las reuniones que tendremos. Carol, que así se llama la chica que me despertó, y yo nos encargaremos de analizar los detonantes de las anteriores guerras mundiales, nos reuniremos con la comisión del grupo de expertos formado por los representantes de otros grupos de compañeros para debatir y contrastar la información analizada, proponiendo alternativas.

A medida que me siento más seguro en este mundo en el que he despertado, consigo hablar con Carol sobre todas estas cosas que son tan diferentes a lo que yo conozco, siempre intentando que no se ponga muy en duda mi cordura o que ella sepa cúal es lo que yo creo que es mi mundo. Le comento a Carol que navegando por archivos históricos en internet, me ha llamado la atención que a principios del siglo XXI, los niños iban a unas escuelas en las que tenían que aprender todos lo mismo, aprendiendo contenidos en “asignaturas” estancas, y haciendo muchos “exámenes”. Carol está cómoda en esta conversación pues a ella también le interesa este tema y ha viajado mucho por internet, siendo una de las áreas de trabajo que ha elegido en su plan de aprendizaje. Me cuenta que desde que los accesos a internet se universalizaron, los aprendizajes de contenidos perdieron valor, y empezó a darse importancia al desarrollo de las competencias que nos ayudan a ser felices y a desenvolvernos en el mundo, la tecnología siguió desarrollándose hasta llegar a los implantes de chips cerebrales a nivel mundial, permitiendo el acceso a toda la información deseada simplemente con pensarlo. Mientras estaba escuchando a Carol, me dí cuenta que me sentía muy a gusto con ella, que me cogía con suavidad las manos entre las suyas...y de repente, allí estaba Carol, sonriéndome, pero ahora estaba vestida con un uniforme de colegio con tela escocesa, - ¡Vámos! ¡Dormilón! Que se ha acabado la clase de literatura ya, vamos al patio a jugar un rato.- Me levanto y me voy con mi amiga y vecina Carol, ahora todo es como yo lo recordaba, las clases con hileras de pupitres, las mochilas cargadas de libros... Llego al patio y me pongo a pensar en ese sueño que he tenido, y me vuelvo a abstraer, y es que ya lo dice mi madre "hijo mío...qué imaginación tienes". Quizás mi madre tenga razón, pero ¡Qué bonito es soñar!.

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