miércoles, 11 de diciembre de 2013

INTELIGENCIA NATURALISTA Y ENTORNO URBANO, LUZ SOBRE UNA CONFUSIÓN COMÚN

Ya en el año 2011, comenté en mi publicación de TFM “Aplicación de la teoría de las inteligencias múltiples en un aula”, en la pág. 22, lo siguiente: “Por otro lado, se ha apreciado en estudios de los consultados, que apenas se tiene en cuenta que la inteligencia naturalista incluye poder reconocer y clasificar objetos artificiales del entorno, y no sólo especies de la naturaleza. Una persona capaz de reconocer y clasificar los numerosos modelos de coche, tiene desarrollada la inteligencia naturalista. Este error quizás se deba a no haber consultado en estos estudios bibliografía más actual sobre la teoría de las IM, o por confusión del término “naturalista” que les lleve a centrarse en lo vivo o creado por la naturaleza, dejando de lado lo creado por lo humano”.
entorno urbano y naturalista


Recientemente he tenido ocasión de percibir que se sigue cayendo en esta confusión, que creo importante, a la hora de trabajar la inteligencia naturalista, es por ello que he revisado los libros que leí de Howard Gardner y Thomas Armstrong, y he transcrito aquí unos párrafos para arrojar luz sobre este tema:


  1. Pág. 71 del libro “La inteligencia reformulada” de Howard Gardner: “Por otra parte, parece razonable suponer que las capacidades de un naturalista también se pueden aplicar a objetos artificiales. El niño pequeño que puede distinguir fácilmente entre plantas, aves o dinosaurios se basa en las mismas aptitudes (o en la misma inteligencia) cuando clasifica zapatillas deportivas, automóviles, equipos de sonido o canicas
  2. Pág. 72 del libro “La inteligencia reformulada” de Howard Gardner: De hecho, ciertas capacidades sin aparente relación con las anteriores -como identificar automóviles por el sonido del motor, detectar pautas nuevas en un laboratorio científico o distinguir estilos artísticos- se pueden basar en mecanismos que evolucionaron a causa de su eficacia para distinguir las plantas, las serpientes o las bayas tóxicas o venenosas de las que no lo son.”
  3. Pág. 133 del libro “La inteligencia reformulada” de Howard Gardner: “Por ejemplo, estoy convencido de que los mecanismos relacionados con el reconocimiento de otras especies ahora se emplean para reconocer productos comerciales.”
  4. Pág. 20 del libro “Inteligencias múltiples en el aula” de Thomas Armstrong, con prólogo del mismísimo Howard Gardner: “Inteligencia naturalista: Facultad de reconocer y clasificar las numerosas especies de flora y fauna del entorno. También incluye la sensibilidad hacia otros fenómenos naturales (formaciones de nubes o montañas) y, en el caso de los individuos criados en un entorno urbano, la capacidad de distinguir formas inanimadas como coches, zapatillas deportivas o cubiertas de discos compactos.”